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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


sábado, febrero 19, 2011

Brancusi: Taploc, taploc


Con ocasión del 135 cumpleaños de Brancusi, y que Google le ha dedicado el "doodle" de hoy, es el momento idóneo para decir en voz alta lo que está en la mente de muchos. Nada podrá detener nuestro clamor de justicia por quien ha sido relegado por la historia por el mero hecho de ser palentino. Claro, como Brancusi era rumano, siempre se le han abierto todas las puertas...

Pues no. Brancusi era un mero plagiario de Teo Calvo. Se limitó a la más burda y obvia imitación. Si no se lo creen, observen la foto que acompaña este post y juzguen por si mismos. Es hora de reparar este sangrante agravio y poner a nuestro paisano en el lugar que se merece. Taploc, taploc.

Ah... se me olvidaba. En realidad, un "doodle" es un dibujo que haces cuando estás distraído. Algunas personas tienen un talento tan grande para doodlear, que incluso llevan a propósito pinturas acuarelables... Pero ya casi no se ve a nadie doodleando en un café mientras espera a su amante o amigos... The times they are a changin'.

lunes, febrero 14, 2011

San Valentín

Hoy tengo el sueño flojo, porque soy un desastre. Y porque no tengo claro si tengo algo que celebrar o no.

Tal vez tengo que retroceder a lo reciente y reconocer que, a pesar de que lo se me presentaba delante era tan bueno que no me lo merecía, salí huyendo. Otra vez. Una vez más. Ya huyo tan bien que hasta parece que no lo hago.

Mi único amor apasionado una vez me ofreció un abrazo y yo lo rechacé. Y no debí hacerlo, porque es cosa comprobada que los seres humanos necesitamos el tacto para desarrollarnos. No es necesario ser sincero para decir que me acuerdo mucho de ese amor. Pero no todos los días, ni de manera intensa. Y me temo que si que necesito ser sincero para decir que no lo echo de menos.

¿Algo que celebrar? Si. Todas esas personas que han pasado por mi vida y lo mucho que me han dado. Que tinguen sort. Y que algún día me puedan ver cambiar y dejar de ser tan burro, tan desapegado... Y ser feliz con eso.

Juro que lo he intentado.