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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


sábado, junio 05, 2010

Mejillas húmedas

Los Ángeles aman nuestros llantos,
ávidos de ese rocío;
a veces somos de los suyos
por nuestras mejillas humedas.

Y cuando se alejan secan con un golpe
de alas nuestro rostro,
sin verlo nunca tan puro,
y ya lejos de nosotros…




El Ángel en duelo. Escultura funeraria en el cementerio de la Basílica de San Miniato al Monte, en Florencia.

Y puesto que se alimentan de nuestro sereno llanto, son terribles los ángeles. Hecha su labor se retiran sin ni siquiera pararse a contemplar un instante el producto de su obra, se disipan dejando un rastro de perfume, cuando el sol radiante seca el baño de lágrimas dejándonos el rostro en la más óptima limpidez.

Es hora de batir las alas para secar esas lágrimas que he ido dejando. Será un trabajo tan lento como parir a Geshemel. Y también instructivo para quien va a tener que hacerlo. Ya no abrigo duda alguna al respecto.

Mi querida Tris, tu hiciste de mi lo que soy. Necesitabas llorar tu derrota y tu ausencia. Necesitabas raíces. He intentado arrancar perlas puras de tus ojos, elevarte cerca del rostro divino, ser adalid de tu ejército victorioso. Recordarte cómo el mundo se estremecía con nuestros cantos crepusculares. Reconciliarte con tu afán de pureza. Pero tu esencia angélica es más fuerte que la mía: aún siento apetito por tu mano, aún recuerdo cómo nos hablábamos como niños, y eso no está bien. No podemos dejar que las tentaciones nos aten. Es preciso crecer.

Pisacharcos, tú me salvaste finalmente, pero yo no he podido hacer otro tanto. Sólo después de la lluvia torrencial me confesaste que te hacía inmensamente feliz. Pero yo sólo soy un espíritu, un soplo, un Harmattan. Te prometí no darte tregua, y sabes que jamás dejo de cumplir una promesa. Estuve a punto de caer por ti, tal es el amor que te tengo. Pero soy más útil con mi abrigo negro y mi furia. Soy más necesario provocando la lluvia. Aunque hoy pienso en ti, y mañana probablemente también.

Y mientras tanto, hay una mujer que pasea con sombrilla por las calles de Alicante y tira papelitos al aire con una pierna apoyada en la pared, muriéndose en esa lluvia impostada y negándose al regalo del sol. Y no alcanza redención. Y el que eso me conmueva, pero no me afecte, es lo que definitivamente ha hecho de mi un Ángel.

Todo Ángel es terrible.

martes, junio 01, 2010

Angustia de castración

Der Abend, da ich von ihr gieng, hatte mit der Nacht gewechselt, und die Nacht mit dem Tage; aber für mich nicht. In meinem Leben war kein Schlaf und kein Erwachen mehr. Es war nur Ein Traum von ihr, ein seeliger schmerzlicher Traum; ein Ringen zwischen Angst und Hoffnung. Endlich gieng ich hin zu ihr.


Hiperión, Hölderlin




La castración de Urano, de Giorgio Vasari



No creo en el psicoanálisis. Pero encuentro en esta corriente una gran fuente de interpretación del mito. La idea vendría a ser que en las sociedades en las que se ha generado la representación plenamente antropomorfa de los mitos, vuelcan en ellos poderosas imágenes que se conectan con una evaluación más o menos oculta de la experiencia humana común, una especie de "protopsicología" que permitía el autoconocimiento por identificación con elementos del relato mítico. Este conocimiento también tenía voluntad de ser operativo, y la contravención de sus enseñanzas conlleva la desgracia por pecado de hibris.

Aunque no creo en el psicoanálisis, tal vez por mera curiosidad me he sometido a él. Y una de las cosas que según mi analista configura mi personalidad es la angustia de castración. Básicamente consiste en un miedo inconsciente a que mi padre me corte el pito. A lo largo de mi vida creo que le he dado algún que otro motivo para que lo hubiera hecho. Bromeo. Tal vez la manifestación más significativa de mi angustia de castración consistiría en mi percepción de que las cosas están incompletas y de mi tendencia a no terminar de unificarlas. Por otra parte y paradójicamente soy objeto de una enorme autorrepresión. Digo paradójica, porque suelo dar la sensación de todo lo contrario.

Insisto: no creo en el psicoanálisis. Mi personalidad probablemente tenga una mejor explicación en el clásico "genética+desarrollo+entorno" y también añadiría mi historia personal.

Sin embargo, de la castración de urano saco grandes lecciones para lo que andamos tramando un amiguete y yo respecta: Urano procede de la raíz indoeuropea *wers, que significa humedecer por la lluvia (wet, en inglés).

Estatua de Nike por Peonio de Menda.

Urano impide que gea sea fecunda reteniendo a sus hijos en el seno. Sólo tras una castración, que impedirá futuros descendientes, gea salpicada de fluídos (sangre y semen) permite que afloren los hijos de la tierra. Y no es otro que cronos el único que puede castrar a urano y salpicar la tierra con la lluvia y permitir que florezca la vida.

Por la vida también se puede entender la ousía, la esencia, la identidad personal.

Del anterior fragmento de Hiperión, de holderlin, se entrevé la poderosa fuerza del ceñidor de venus, ese que rodea de un tono rosado en el alba a todo el cielo. Venus recibe de su padre la fuerza proteica, la ineludible seducción. Porque la seducción de Venus está en el umbral del día y de la noche, donde el cielo toca la tierra y se prometen pingües cosechas. El arte, que también es pura y simplemente seducción, es en realidad la sublimación de una promesa:

La tarde, hacia la que me dirigía, se había tornado en noche, y la noche en día. Pero no para mi. En mi vida ya no había más estar desperto ni dormido (juego de palabras: erwachen y erwachsen, crecer, hacerse adulto). Sólo quedaba una ensoñación de ella, un sueño de pesadilla gozosa, un ceñidor (también se traduce por lucha) entre la angustia y la esperanza. Y es así como finalmente me acerqué a ella.

(Mi traducción del fragmento de Hölderlin que abre este post)

Pues esto es, mi querido Pablo, esto es. Ya vamos viendo a Venus en el claro del alba y el dolor del que procede su hermosura. Por cierto, hiperión es "el que está detrás del sol".