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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


viernes, septiembre 25, 2009

Otototoi

¡Apolo, Apolo, dios de los caminos, Apolo mío!
Me has perdido sin remedio por segunda vez.

Casandra en Agamenón de Esquilo




El griego antiguo posee una gran riqueza de interjecciones para expresar dolor en todas sus variedades. Otototoi (o mejor, hotototoi, pues lleva espíritu áspero) se utiliza, más bien, para expresar lamento o dolor moral. Por ejemplo, en la trilogía de la Orestiada, en su primera obra, Agamenón (esto si que esta bien, y no lo de Stieg Larson, que salvo el pasaje del juicio a la Salander, que a mi ídem es soberbio, el resto de los tres tochacos sería insufrible si no fuera porque el sufrimiento termina pronto de lo rápido que se lee. Y eso que uno trata de ponerse en la piel de un sueco para intentar encontrar connotaciones. Lo dicho, ahorraos tiempo: y leed sólo la parte final de "La reina". El resto es totalmente prescindible.)

Bien, tras esta digresión retomamos a Esquilo. Y vemos a Casandra gritando aquel famoso "Ototoi poppoi da, Apollon, Apollon..." en el quicio de la casa de Agamenón, al tener una visión de la tragedia que allí sucedería. Una de las mejores escenas de toda la literatura. Para mi, la que más condensa el espíritu humano, y por tanto, sin duda, la mejor. O por lo menos, mi favorita.

El grito de Casandra a Loxias, tras un largo silencio. Who can control his fate...