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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


martes, julio 15, 2008

El perro que ladraba a los astros

Herr, mein Augen sihet das haus des Maurers
und den Schmerz der Welt genau
und weiss sich nicht zu helfen
wie der Baum im Winter
der mich schweigend fält
Mein Wort mein Glück mein Weinen.
Thomas Bernhard, in hora mortis




Dije que no iba a hablar de Wikipedia, y no lo voy a hacer. En realidad voy a hablar de alguien que ironiza de si mismo y como Simone de Beauvoir se recrea en las volutas de un incienso, a medio camino entre la interdicción y el simple ejercicio postural del mandarinato. Bambusoideae.

Desde luego que no voy a hablar de Wikipedia. Voy a hablar de que, después de todo, me regodeo en que mis intuiciones son correctas, porque la combinación de matemáticas y Jazz no son nuevas para mi. Y eso me lleva a mi siguiente conclusión: La pretendida "
real life" solo vale para aquellos que se quedan en la superficie. Por eso Yo, ni me molesto...

Voy a hablar de Pedro. Voy a hablar de que es un excelente y sorprendente tipo, aunque Yo ya lo sabía, y eso no significa para nada que vaya a apoyarle incondicionalmente ni nada de eso, pero que sí que me alegro de haberle conocido y en algún aspecto, admirado.

Y el sahumerio que llega con Juan de Alvarado y compadres con algún que otro trago de Souzas y un baño gélido en un cenote acaba confundiéndose con bisectrices radicales y perfectas al son de ¿Milton Nascimento?

Ánimo, Pedro. Sólo necesitamos un poquito de paciencia. O de pulque. O de humo. Al fin y al cabo, estamos en casa ¿No?